El ozono es una forma inestable del oxígeno que contiene el aire, de hecho es un gas que se genera de forma natural en la atmósfera, producto de diversas condiciones climáticas y ambientales.
Industrialmente se genera aplicando una tensión eléctrica suficiente para excitar el oxígeno convirtiéndolo en ozono.
Por lo tanto, el generador de ozono u ozonizador, es un aparato electroneumático que controla y regula de forma constante un volumen determinado de aire, al cual se le aplica una tensión eléctrica suficiente para convertir el oxígeno que contiene dicho aire en mayor o menor medida, en ozono.
Como principales características, el ozono es un gas con un gran poder desinfectante, desodorizante y oxidante, lo que hace que tenga numerosas aplicaciones en la higienización.
Su poder biocida está ligado a varios mecanismos de acción que actúan combinados: capacidad de penetración, poder oxidante que elimina partes fundamentales de los microorganismos, actuando sobre moléculas tipo A.D.N. proteínas, enzimas, etc.; poder de combinación con otras sustancias bloqueando rutas metabólicas o respiratorias, etc. Esta serie de mecanismos hace que la posible creación de resistencias por parte de los microorganismos sea prácticamente imposible al tener que crearlas en varios frentes completamente diferentes al mismo tiempo.
Esta capacidad biocida y esta dificultad por parte de los microorganismos a generar resistencias frente a él, le hacen el desinfectante, en líneas generales, con mayor poder biocida.
Otra de las características que es reseñable del ozono, es su rápida desaparición, un tiempo después del tratamiento, no queda residuo alguno de desinfectante.
EL PODER ANIQUILADOR DEL OZONO, es 3125 veces más rápido que el cloro y 184 veces más eficaz a efectos de desinfección, lo que nos permite higienizar locales en tiempo record, la rapidez de actuación y efectividad del ozono frente a, bacterias, virus (COVID19), hongos, protozoos, salmonellas, gripes de cualquier índole, legionelas, bacterias, esporas, infecciones….. demuestran su acción altamente desinfectante.
El poder desodorizante del ozono es muy energético, destruye toda contaminación de precedencia orgánica, como son los olores de humedad, tabaco, perfumes, cocinas, basuras, sudoración corporal, cloacas, combustión, etc.
El OZONO ha demostrado ser el sistema más efectivo de higienización y desinfección sin efectos secundarios, sin contaminación medioambiental, sin residuos de ningún tipo, sin contraindicaciones, y de una efectividad aniquiladora contra los agentes patógenos, contaminaciones y olores de más del 99%.